Ventanas de aluminio de imitación madera

Una de las formas de dar un toque rústico y acogedor a tu hogar sin perder las ventajas del aluminio es instalar ventanas de aluminio de imitación madera. Las últimas tecnologías consiguen una semejanza muy alta en los tonos y vetas de la madera natural que encajan a la perfección en una casa de pueblo. 

ventanas de aluminio imitación madera

Máxima eficiencia energética 

La madera es un material aislante que se lleva empleado en construcción durante siglos. Además es bello y los edificios con ventanas de madera resultan acogedores y estéticamente agradables. 

Pero la madera, aunque bien tratada y trabajada, tiene sus inconvenientes. Uno de ellos es su delicadeza. Sufre con la intemperie y reclama mantenimiento periódico para estar en buenas condiciones. 

Una forma de evitar estos cuidados y los gastos que genera es con ventanas de aluminio. Un material de alta resistencia, que no se oxida, resiste sin problema la lluvia o la intensidad del sol y también los golpes o roces del uso diario. 

Es verdad que el aluminio es un material transmisor, pero los sistemas de rotura de puente térmico actuales unidos a cristales de alta calidad solucionan este problema, consiguiendo un máximo aislamiento térmico y acústico. 

El resultado final son ventanas con alta eficiencia energética que pueden contribuir en un ahorro de hasta un 70% en la factura de la luz o del gas.  

Ventanas de aluminio de imitación madera de todo tipo de apertura

Otra de las ventajas asociadas al aluminio es que es un material fácil de trabajar que permite diferentes formas y dimensiones. De este modo se pueden hacer ventanales muy grandes y con perfiles finos que dan protagonismo a los cristales. También se pueden hacer ventanas con arco de medio punto que dan un aire rústico-señorial, retro y a la vez elegante.

En cuanto a los sistemas de apertura, las ventanas de aluminio de imitación madera pueden ser:

  • Oscilobatientes
  • Correderas
  • Plegables
  • Elevables
  • Pivotantes
  • De guillotina 

Solo tienes que pensar qué sistema encaja mejor con las dimensiones y uso de la habitación y las prestaciones que necesitas: mosquiteras, persianas (motorizadas o manuales) o si quieres un toco más de campo, contraventanas