Las ventanas de aluminio son una de las opciones más populares debido a su durabilidad y bajo mantenimiento. Además, su diseño atractivo y su resistencia a la corrosión y al clima extremo las hacen una opción preferida para hogares, edificios comerciales y de oficinas. Pero, ¿cómo se fabrica una ventana de aluminio?
El proceso de fabricación de una ventana de aluminio se puede dividir en varios pasos, que incluyen la extrusión de aluminio, el corte y la perforación, el ensamblaje, el acabado y también la instalación.
Cómo se fabrica una ventana de aluminio
El primer paso en la fabricación de una ventana de aluminio es la extrusión. La extrusión es un proceso en el que se empuja una masa de aluminio a través de una matriz para darle forma a la ventana. La matriz está diseñada para producir la forma específica de la ventana, como el marco, los rieles y los bordes. El resultado es un perfil de aluminio largo y continuo que se puede cortar a medida según el tamaño de la ventana.
Una vez que se ha realizado este paso y se dispone del perfil de aluminio, el siguiente paso es cortarlo a la longitud requerida. Este paso se realiza mediante una sierra de corte que corta el perfil de aluminio a medida. Luego, se realizan perforaciones para las bisagras y los tornillos utilizando una máquina de perforación. Esto se hace para permitir que la ventana se ensamble de manera adecuada.
Siguiendo con el proceso de cómo se fabrica una ventana de aluminio, el siguiente paso es el ensamblaje. Esto se hace uniéndose los diferentes componentes del marco de la ventana. Las esquinas del marco se pueden unir mediante tornillos o conectores de esquina de aluminio para mantener las juntas fuertes y estables. Luego, se colocan los vidrios y los burletes de sellado para asegurarse de que la ventana sea resistente al clima y no permita la entrada de aire.
El acabado y la instalación
Después de ensamblar la ventana, se somete a un proceso de acabado. Esto implica pintar la ventana con un recubrimiento en polvo para mejorar su resistencia a la corrosión y protegerla contra los rayos UV. La pintura también mejora el aspecto de la ventana y le da una apariencia atractiva y uniforme.
Una vez que se han realizado todas estas etapas, sólo queda la instalación. Esto es realmente importante para conseguir unos óptimos resultados de hermeticidad y estanqueidad. Una mala o defectuosa instalación puede tirar por la borda todo lo invertido en una ventana de calidad.